Como todos sabemos, la música es un ingrediente absolutamente necesario en nuestra vida. ¿Alguna vez imaginaste vivir sin música? No podría ni siquiera imaginarlo. Es por eso que dentro o fuera de la casa, en el trabajo, cuando estudiamos, cuando nos divertimos, cuando estamos tristes, la música decora nuestra vida permanentemente. Dependiendo de lo que escuchamos, nos vestimos, caminamos, sentimos, lloramos y expresamos.
Cuatro músicos cruzan la calle 1. Un plátano sobre un fondo blanco 2. Un prisma descompone un haz de luz sobre un fondo negro 3. Todas estas imágenes son portadas de discos y todas ellas se han convertido en iconos del siglo XX.
El diseño y la música siempre han ido unidos, y su conjunción nos ha dejado imágenes irrepetibles: portadas que todos recordamos, añoramos y disfrutamos, incluso en la era digital. Las portadas tienen una fuerza y una connotación apasionante y nos cuentan no solo la música de cada generación, sino nuestra propia historia.
Desde las portadas de partituras de finales del XIX a los iconos informáticos de la actualidad, siempre ha existido una necesidad de un acompañamiento visual a la música. La industria discográfica se dio cuenta de ello tan pronto como en 1939, cuando un diseñador de 23 años, Alex Steinweiss, creó la primera portada ilustrada para Columbia 4. La innovación fue tal éxito que podo después todos los sellos discográficos contrataron a diseñadores gráficos, directores de arte y fotógrafos para crear cubiertas de discos.
El resultado es que las portadas de discos nos han ofrecido algunos de los mejores ejemplos de diseño gráfico en la historia, y a su vez han lanzado la carrera de algunos de
los diseñadores gráficos más importantes, innovadores e influyentes.
El diseño de packaging en la industria musical ha sido, desde sus inicios, un campo de innovación y experimentación donde se encuentran las propuestas gráficas más interesantes y vanguardistas, y de las que posteriormente se nutrirán otras disciplinas como la gráfica publicitaria o el diseño de identidad corporativa.
El talento vanguardista del diseño de portadas se caracteriza, por un lado, por una rápida absorción y mezcla de las corrientes populares y, por otro, por la adopción de un vocabulario prestado de otras disciplinas más cercanas a las esferas del arte. Son numerosos los casos donde incluso ha habido un intercambio de roles en el que, por ejemplo, artistas de la talla de Andy Warhol han diseñado portadas y anagramas de grupos musicales con éxito.
Este tipo de diseño es además un caso curioso dentro del mundo de las artes aplicadas o el arte comercial, ya que eficacia comercial y calidad artística conviven frecuentemente en perfecta armonía. No es casualidad que diseñar discos sea una de las actividades más queridas por los diseñadores gráficos. Diseñar discos supone realizar proyectos de corta duración que exigen un gran esfuerzo creativo en su inicio, pero cuyas fases de desarrollo y producción suelen ser cortas en el tiempo. Por tanto, con proyectos de este tipo es difícil caer en la monotonía.
Una vez terminado un disco, comienza otro con nuevos retos y exigencias y vuelta a empezar. El diseñador de portadas de discos es, en cierta forma, una especie de corredor de velocidad. La propia diversidad inherente a los distintos estilos musicales hace que cada proyecto sea un mundo nuevo para explorar nuevos territorios creativos.
Para el diseñador es también un trabajo que puede proporcionarle gran exposición pública. En los años setenta y ochenta, diseñadores como Mark Farrow o Hipgnosys alcanzan el rango de estrellas gracias a su trabajo con grupos como Pink Floyd, Pet Shop Boys o Led Zeppelin.
Algunas obras consideradas como míticas, deben gran parte de esta calificación a sus portadas. Tal es el caso de "Sgt. Peppers" 5 de los Beatles, "Sticky fingers" 6 de los Rolling Stones o "The Wall" 7 de Pink Floyd.
A diferencia de otros tipos de diseño, es más perdurable y soporta mejor el paso del tiempo. Además, permite al diseñador trabar contacto con grupos, músicos, fotógrafos e ilustradores. Todo ello genera unas condiciones de trabajo más interesantes que las tradicionales reuniones con equipos de marketing y gestión de otro tipo de compañías. Al fin y al cabo, hablamos de productos comerciales, pero también de una forma de arte. En una Entrega Próxima hablaré sobre Andie Airfix, el Diseñador de Metallica.